Casa de pueblo de estilo rústico de 300m² – Talavera | Lleida

Casa de pueblo singular datada del 1878, con 300m² y totalmente reformada en estilo rústico, en el pueblo de Talavera – Lleida.

Su ubicación hace que se pueda cambiar a un estilo de vida rural, con unos paisajes de postal, a tan solo 10 minutos de Santa Coloma de Queralt, 16 minutos de Cervera, 28 minutos de Igualada y 1 hora del aeropuerto del Prat – Barcelona.

Para aquellos que quieran criar a sus hijos en un entorno idílico, a 7 km de Talavera se encuentra el colegio rural de primaria de Sant Antolí, el instituto en Cervera y todos los servicios también en Cervera o bien en Igualada.

Fachada de piedra tallada, con una distribución de planta baja + 3 pisos. La casa es esquinera y debido a que el pueblo de Talavera está construido encima de una colina, sus calles están distribuidas en distintos niveles de altura, haciendo que tenga entradas desde dos calles distintas con acceso a dos plantas diferentes.

Por la calle de la Plaza Mayor se accede a la vivienda por la planta baja, la cual actualmente es el taller, trastero y zona para la leña. En su interior se conservan dos “cubs” de piedra donde se almacenaba antiguamente el vino.

En cambio, si se accede por la Calle del Castell, llegamos a la segunda planta de la casa, donde se encuentra la entrada principal de la vivienda, con un distribuidor que da paso a la cocina, comedor y zona de despacho – lectura.

Actualmente, el acceso por PB solo es para salir de la vivienda porque se mantiene la puerta bloqueada des del interior; la puerta requiere de una restauración o substitución. Por este motivo, la entrada principal es desde la segunda planta, con la que se llega a la primera planta, donde se encuentran 3 habitaciones dobles y lavabo completo. Ya en la tercera planta, se encuentra la cuarta habitación, de tipo buhardilla, con lavabo, trastero y una terraza con unas increibles vistas.

La casa está totalmente reformada, con estructura reforzada y vigas de madera tratadas íntegramente hace 20 años.

Todas las habitaciones dan a exterior y, tanto desde la terraza como desde el comedor, hay unas vistas espectaculares del mosaico agrícola de la Segarra.

Dispone de luz eléctrica, agua de red y calefacción mediante estufa de leña en el comedor y radiadores eléctricos en todas las estancias.